Radio Futura - La Canción de Juan Perro (1987) - Mis discos de los ochenta

Crítica: Radio Futura - La Canción de Juan Perro

Aquí prevalece el calor proporcionado por la brisa marina de la rambla al frío experimental e industrial de los ruidos claustrofóbicos de "Han caído los dos"...

Por Jorge García.


Me ha parecido que dar carpetazo al año más nefasto que un servidor cree que le tocará sortear con Radio Futura, es una de esas buenas ideas que los poco dados a brillanteces solemos tener ocasionalmente.

Y como por esta bitácora, si la memoria no me falla, han pasado ya todos los discos de la banda, a excepción de "La canción de Juan Perro", pues lo suyo es que sea el cuarto de los Auserón y Quique Sierra el que finiquite este puto 2020.

Creo que todos coincidiremos en que el triumbirato disquero de los Radio, formado por "La ley del desierto, la ley del mar" (1984), "De un país en llamas" (1985) y "La canción de Juan Perro" (1987) es de los episodios más brillantes y rompedores que ha conocido la música española (y hecha en español).

Espina dorsal sonora de la década de los ochenta, no solo significa este trío de ases una certera diana en lo concerniente a los resultados comericales, también la oferta sónica - que ya venía de atrás con singles muy significativos - es un punto y aparte dentro de las sonoridades acostumbradas en éstos y otros lares más distantes a la plaza del sol.

Si a esto sumamos la evidente personalidad propia que cada una de las tres citas aporta, diferenciandose de las otras dos, pero manteniendo un espíritu que crea una solución de continuidad entre unos álbumes con otros, más la estela que las canciones y producciones del grupo va dejando tras de si, dando lugar con el paso de los años a otros géneros, no siempre venturosos (no por culpa del grupo), donde salen a relucir de manera diafana los principios fundacionales del sonido de Radio Futura, con esa adición al rock y pop propio de los orígenes de la banda, de sones cubanos y latinos, recodos industriales y antropológicos, - en especial en el segundo de los capítulos mentados más arriba -, y unos textos sugerentes y ambiguos, conducidos por la excelente y trompeteante voz de Santiago Auserón, desde el mismo momento en que alumbra este disco, también conocido como Juan Perro. Con todo ello digo, nos encontramos con un legado de valor incuestionable y nuca repetido con las mismas coordenadas y resultados en la música patria.

Y así llegamos a "La canción de Juan Perro". El influjo latino vence a las oscuras proclamas sónicas del precedente catálogo. Aquí prevalece el calor proporcionado por la brisa marina de la rambla al frío experimental e industrial de los ruidos claustrofóbicos de "Han caído los dos" o a la lúgubre y agorera sensación de peligro de "En el chino".

El rock se difumina en algunos de los momentos más celebrados por los mercados de la época en beneficio de las esencias latinas, caribeñas y reggae, "La negra flor" o la vagabunda y nómada "El canto del gallo". Pero aún queda hueco para que el rock se ciña a benditas melodías pegadizas y fulminante como "37 grados" (siguen las altas temperaturas) o la magnífica "A cara o cruz".

Pero estamos ante un cancionero imbatible, poderoso y englosado en una de las rachas más inspiradas de la música española, que va desprendiendo temas tan perfectos como "Annabel Lee", inspirada en los románticos versos de Edgar Allan Poe. 

"En un baile de perros" nos encontramos con una propuesta más pop, más límpida en cuanto a producción; en "Luna de agosto" refulgen las sensaciones de "De un país en llamas" y en momentos como "El hombre de papel", "Lluvia del porvenir" (una de mis favoritas) o "La mala hora" se va distinguiendo la personalidad de Juan Perro como un alter ego de la voz de Radio con una personalidad propia y que habrá de dar mucho juego en las próximas décadas.

Trincamos este año nefasto con "La canción de Juan Perro", broche de platino a una secuencia de publicaciones discográficas fundamental en la historia del rock y el pop nacional. Un disco que da por terminado el curso 2020, quedando tras estas letras (insuficientes) claro, que se trata de uno de mis discos de los ochenta.

Comentarios

  1. Pues una gran manera de cerrar este año, a ver si el que viene es mejor, Jorge. Un disco espléndido y muy personal, de los que más he escuchado en mi vida. Recuerdo un verano en Iparralde tumbado en la cama porque me había roto un dedo del pie, escuchando todos los días el casete original.

    Abrazos, querido Jorge.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Disco mítico totalmente, parte fundamental de mi adolescencia y también de los derroteros de la música en castellano en los noventa, aunque como digo no siempre con resultados precisamente venturosos, pero gran disco.
      Abrazos.

      Eliminar
  2. Magnífico repaso a un tiempo produgioso de creatividad y empuje. Bravo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Fueron grandes años, quedaron discos sublimes en aquella época que siguen sonando actuales y con la misma épica y lírica que entonces.
      Gracias Miguel.
      Abrazos.

      Eliminar
  3. Sin contar el inicial "Música Moderna" (¡magnífico!), el siguiente trío de discos de Radio Futura es inigualable, los dos primeros asientan a la banda, este tercero "Juan Perro" le abre nuevos caminos que, a la corta, serán los que ya en solitario recorra Santiago Auserón (utilizando de hecho la misma denominación de Juan Perro en su posterior carrera musical)
    Fueron, junto a La Mode (estos, siempre los primeros...), mi banda favorita de aquella época dorada.
    Abrazo fuerte y aprovechar para desearte lo mejor en estos días y para el 2021 (no habrá que esforzarse mucho...)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro, he omitido en la crítica "Música moderna" por existir un lapso temporal grande entre uno y el resto, por los motivos que bien conoces, y en cierto modo también de concepto musical, pero ese debut es brillante sin duda.
      La Mode son otro grupo favoritísimo mío, como bien sabes.
      Un abrazo Javier.

      Eliminar

Publicar un comentario