Sarah Shook & The Disarmers - "Years" (2018)


Poco country o country-rock estoy escuchando este año, y no son las chicas las que más están sonando en mi equipo. Alguna decepción por parte de alguna fémina de la que esperaba más, y un ramillete de discos que no se apean de mis escuchas más frecuentes están propiciando que los discos nuevos de esta añada caigan con cuentagotas, también porqué son pocos los que me convencen plenamente.
Y en estas llega Sarah Shook & The Disarmers con su segundo trabajo: "Years", y quiebra de un golpe la situación comentada, posicionándose como reina de mis escuchas estivales, y su elepé como un favorito en el palo del country-rock.
Ya me gustó su ópera prima de hace tres años: "Sidelong", pero con este catálogo consigue cuajar todo su universo sónico y lírico en un apetecible y adictivo brebaje que se consume con placer y que deja ganas de más tras ser devorado.
Repertorio habitual de dolorosos desamores, encuentros en las barras de las tabernas al son del country y el rock, carreteras infinitas y crepúsculos nostálgicos cantandos con la voz manchada de whisky.


Me gusta en especial la voz de Sarah, con acero pero sin perder terciopelo en su timbre y de fraseo sabio, que sabe en qué coordenadas musicales y estilísticas se mueve.
Guitarras acústicas, eléctricas, de doce cuerdas, steels y ajustadas melodías provistas de adherentes estribillos para excitantes temas como: "Good as gold", la tabernaria "New ways to fail", la estupenda "Parting words", las esencias fronterizas de "What it takes", los ecos más enraizados de "Damned if I do, damned if I don't" o la esencia cristalina y radiante de "Years" que cierra el disco.
No faltan momentos más recogidos como la magnífica "Over you", la pesarosa y amarga "The bottle never lets me down" o la rockera "Lesson".
Terminamos con la balada "Heartache in hell", dolor bajo el anaranjado cielo de la anochecida, canción tan típica como inmortal (y necesaria).
Sarah Shook es una joven que tiene claro su camino y lo recorre imprimiendo ritmo y poderío, clavando sus botas en la tierra y defendiendo al tiempo los derechos civiles.
Uno de los discos del verano y una adicción incuestionable, música que suena a gloria en campo abierto, dejando estela en las carreteras mientras se escapa por la ventanilla del coche, una gozada os lo aseguro.

Comentarios

  1. El anterior me encantó. A la vueltabde vacaciones probaremos este artefacto

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    1. Si, el primero estaba genial, pero este me gusta aún más, más redondo, ya contarás.
      Abrazos.

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