Los lunes... escenas de cine - "Psicosis"


Anoche, cuando llegué a casa empezaba "Psicosis" en TCM. A pesar de que era tarde empecé a verla por milésima vez, y claro, me volvió a enganchar y la volví a ver entera.
Si hay algo que siempre me ha maravillado de "Psicosis" es la atmósfera que desde el primer instante, en el interior del edificio, en la habitación donde Marion se encuentra con su novio, se impone, como una niebla invisible pero amenazadora, premonitoria de que algo no va bien, de que el drama es irremediable.
En todo momento se respira esa sensación de ahogo, de certeza de que todo ha de terminar mal. No sé si es mi film favorito de Hitchcock, pero es uno de los que forman el repoker de obras maestras del genio gordinflón.
Muchos son los momentos y escenas míticas, y todas con ese blanco y negro rasgado, poético y nebuloso. Mención aparte merece la música de Bernard Herrmann, esa desgarradora suite que se clava en el cerebro anunciando muerte, sangre, violencia, locura...
Poca presentación puedo hacer sobre esta cinta, perfectamente conocida por todos, una obra maestra del cine que viene a la cabecera esta semana.
¡Feliz semana!

Comentarios

  1. obra maestra y con una puesta ene scena y una direccion que el final hasta te sigue sorprendiendo pese a ser mas q conocido

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    1. Es absolutamente redonda y con un toque adictivo. Grandiosa.
      Saludos.

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  2. Eterna sin más. Si hay algo comparable en mis querencias en esto del cine a los 7' iniciales de "M", estará siempre en el plano general de la casa tras la famosa ducha... Nunca un autor se pegó un vacilada igual, tan cabrona y nutritiva para con el espectador (siempre imagino a Don Alfredo apareciendo por un lateral de dicho plano diciendo: "¿y ahora qué, en?")... Nos suelta la mano en plena caída en paracaídas y la desolación y extrañeza siguen funcionando en eco, sin falta y desde aquella primera vez... Metalenguaje extremo del genio y realmente complicado iniciar una semana "cinera" por encima de esto, sí señor.
    Abrazo, Addison !

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    1. Es narración cinematográfica de absoluta excepción, la cámara se desliza hasta la mesilla donde sigue el dinero, no hay robo y desde allí a la ventana y al otro lado de esta la casa como epicentro del drama. Desde luego grandiosa, aunque esos primeros minutos de M son sobrecogedores, tienen esa misma textura, algo va mal y va a ir peor.
      Abrazos.

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