Las Noches de Insomnio de Addison: "Los Cinco, Enid Blytton y el machismo" - (opinión o paja mental).

Encontrábame yo hace unas semanas frente a la estantería de la sección de "novela" de la biblioteca de la localidad donde vivo (El bello pueblo de Arrigorriaga). Repasando por enésima vez los mismos nombres, sin decidirme, en un estado de vacío interior que me desagrada profundamente. Es algo que me suele ocurrir, acabo de devolver un libro que no me ha provocado nada de nada, (ni siquiera puedo decir que no me ha gustado, eso ya es provocar algo), y que ha dejado mi libido literaria "pa pocas bromas", y me quedo plantado en la biblioteca sin tener ni pajolera idea de que me puede apetecer, que tipo de literatura puede volver a encender mi pasión, ya no digo frenesí, por la lectura
.
El sentimiento es algo así como lo que te ocurre esas tardes tontas que sentado en el sofá frente a la televisión, con el mando en la mano, vas pasando uno tras otro los no sé cuántos canales de que disponemos hoy en día, sin encontrar un solo espacio que te motive. Terminas apagando el televisor, pensando como coño es posible que nada te interese en una oferta de 50 canales, cada uno de una diferente supuesta facha temática.


Horas después volvía a encontrarme plantado delante de la biblioteca, pero ahora de la mía, de la minibiblioteca que tengo en mi casa. Repasando por enésima vez los mismos nombres, sin decidirme, en un estado de vacío interior que me desagrada profundamente, osea, lo mismo de antes pero en casa. Volvía una y otra vez sobre los, demasiados libros, que tengo pendientes de leer, alguno incluso aún está dentro de su envoltorio de plástico, y nada... vacío.

De repente mi vista se posó sobre unos libritos, de lomos blancos con los títulos en pequeñas letras negras. Y mandando, arriba, el nombre, en rosa, de la autora: Enid Blyton...

¡Pero coño, si son mis viejos libros de "Los Cinco"!, No habré pasado horas en mi zagalía con la nariz metida entre las páginas de estos viejos libros. Vibrando con las arriesgadas aventuras de aquellos intrépidos muchachos. Y como yo, varias generaciones, los de mi "quinta". El que más y el que menos ha devorado alguna de las aventuras de Dick, Julian, Anne, Jorge y Tim... ¡que tiempos!. ¿Y porqué no?, vale que ya hace demasiados años que dejé de ser un adolescente, pero, ¿Porqué no echar un vistazo a una de estas aventuras?.

Recordar viejos tiempos me pareció una buena idea, y me lo llevé a la cama. La aventura elegida fue: "Los Cinco en Billycok Hill".

Desde mi más tierna infancia me gusta leer en la cama, me encanta. Cierto que con el paso de los años fuí descubriendo otro tipo de actividades gratificantes para la cual la cama era un lugar más que apropiado, pero cierto también, que la realización de tales actividades, depende de al menos una persona más, lo que imposibilita que la decisión de practicarlas dependa exclusivamente de uno, por lo cual no siempre es posible, aún cuando no exista impedimento de carácter físico que te lo impida, (... y aquí cruzo los dedos, toco madera, me santiguo, o lo que sea menester para que continúe la fiabilidad que hasta ahora, en este particular, mantengo).

Al abrir el libro lo primero que me llamó la atención fue el tamaño de las letras, grandes, y la separación entre líneas, también considerable, unido a lo pequeño del formato del libro y que tampoco era muy gordo, entendí que leerlo sería tarea breve.

La historia comienza, como siempre, con los protagonistas empezando sus vacaciones, ¡anda que no tenían vacaciones estos malajes!. Y ya estaban planeando una nueva excursión a la Gran Bretaña profunda. Acontecimiento este, que no indica otra cosa que la intolerable irresponsabilidad de sus padres, pues no es muy explicable que cuatro jóvenes y un perro, se pasen las vacaciones en plena edad del pavo, por esos montes de Dios viviendo y durmiendo juntos, (no olvidemos que se trata de dos chicos, dos chicas... y para más inri, un perro. Y que todos, excepto el perro, se encuentran bajo los hormonales influjos de la adolescencia). Pero es que estas excursiones siempre terminaban, además, con sus padres yéndose a buscarles junto con la policía de la localidad de turno y varios agentes de Scotland-Yard, para traerlos de vuelta a casa después del último lío en el que se han visto envueltos; lo dicho, unos padres absolutamente irresponsables.

Y empieza la aventura, bicis y de mañana temprano los cinco en dirección a Billycok-Hill. Vamos a ver lo que tardan en encontrar algún pasadizo secreto, gruta en el monte, refugio con túnel lóbrego bajo el suelo del sótano, solitaria caseta en el bosque, cuevas misteriosas o galerías artificiales que discurren paralelas a los acantilados... bueno, algún sitio oscuro, (para poder utilizar las linternas) y lúgubre que pueda ser utilizado por algún contrabandista para guardar sus objetos ilegales, o para esconder el botín del último atraco de la banda de chorizos de turno o algo parecido.

Algo, en definitiva, que pueda permitir a nuestros heroicos muchachos y muchachas (y perro), fastidiarle el "Business" a alguien. Alguien que querrá matarlos claro, y que cuando está a punto de conseguirlo, es cuando alcanzamos el momento relatado más arriba, el de la llegada de los padres, la policía y Scotland-Yard, rescatándoles y deteniendo a los malhechores.

Hasta aquí todo bien, lo que viene siendo una aventura de los cinco.

¿Qué es entonces lo que causa mi estupor?, me explico: Estos chicos comen como limas, a todas horas y bajo cualquier pretexto: que llevamos mucho rato pedaleando, paramos y almorzamos; que nos hemos hecho amiguitos de un chico del pueblo, (otra constante en estas aventuras), merienda con el nuevo amigo; que nos acabamos de despertar, desayunamos. Más cena, más comida, más otro almuerzo (o amaiketako). Vamos, que se pasan todo el día jalando los tíos.

Y adivinan queridos lectores (si es que a estas alturas queda alguien delante de este post), ¿qué personajes son los encargados de poner la mesa, con sus servilletas, platos, etc?. ¿Y quiénes preparan los emparedados, (comen muchos emparedados esta gente)?... ¡Si señor...!, ¡las chicas!. Mientras los machos dominantes de la manada se dan una vuelta de reconocimiento, - puro escaqueo -, las mozas se quedan haciendo la casa: limpiando la tienda de campaña, preparando las esterillas sobre las que irán los sacos de dormir, ¡haciendo las labores vaya!, solo que en formato camping.

Cuando los hombres de la casa llegan con unas ramas de leña para la hoguera, - de esto si se ocupan ellos -, las chicas lo tienen todo dispuesto para comer. ¿Y saben quién prepara el té?, ¿y recoge los cacharros?, ¿y se acerca al río a lavarlos?, ¿y luego los vuelve a guardar?... ¡Si señor...!, ¡las chicas!. Y mientras Ane y Jorge trabajan, los tíos se quedan sopa: ¡Duermen la siesta mientras las chicas friegan!.

Y todo esto es tratado con una normalidad atroz por la escritora, porque, por si alguien lo ignoraba, Enid Blyton era una señora, machista, pero señora. Yo me quedé sobrecogido, ¡Dios mio!. ¿Y esto es lo que leíamos en nuestra mocedad?. Cuando nuestras personalidades se están formando, cuando somos como esponjas (me encanta esta expresión), que todo lo absorbemos, (esto es muy recurrido para mandar a los jóvenes a estudiar idiomas), y lo mismo lo leemos niños que niñas...

¡Dios mio!, ¡la culpable del machismo de la Generación X es Enid Blyton!. ¿Cómo no van a salir hornada tras hornada señores y señoras con ramalazos machistas? Que no es genético, es por lo que leemos en nuestra edad de formación, ya sabéis, lo de las esponjas...

Pero es que además no se acaba aquí la cosa. Porque, ¿a qué no adivináis quienes son, una vez metidos en la inercia de la aventura, los que terminan tomando la sabia decisión que lleva al éxito a la expedición?: ¡Julian!. Éste es un chavalillo tipo Javi (el de Verano Azul), bastante pedante y repelente, y es quien toma la resolución definitiva, demostrando su valentía, ante el asombro de admiración y las miradas atónitas de Jorge y Anne. Dick es una especie de Quique (también en el célebre Verano Azul), vamos que pinta más bien poco, porque ni siquiera es perro.

Lo que quiero decir con toda esta perorata y ya acabo, (de una vez), es que como sé que muchos de vosotr@s tenéis enanos, y quizás mas de uno tengáis aún por casa libros de "Los Cinco" supervivientes de vuestra juventud, a lo mejor se os ocurre pensar que puede ser una buena lectura para que practiquen vuestros niños. ¡Cuidado!, podemos crear futuros machistas que se dediquen a dormir la siesta mientras sus compañeras friegan. Y eso hay que evitarlo como sea, y mejor prevenir que curar. Ahora que son como esponjas je, je... es el momento de hacer de ellos hombres y mujeres librepensadores, amantes de la igualdad y el respeto a los demás. No se, digo yo.

Por supuesto todo esto no es sino un relato en clave cómica de algo que si que es cierto que me ha chocado leyendo esta novela propia de mi niñez y adolescencia. Se ven en ella ciertos valores que no me gustan: costumbres y modos que dan por hechas ciertas cosas y que representan una repartición injusta y caduca de roles entre hombres y mujeres que ya van perteneciendo poco a poco y por fortuna al pasado. Es importante que las siguientes generaciones sigan obcecados en no dejar de echar tierra sobre este tipo de actitudes. Gracias y perdón por la chapa.

Comentarios

  1. Pues no sé que decirle Mr. de Witt. Yo fui otra de las fanáticas de "Los Cinco" y sólo tengo recuerdo de que me encantaran los libros. Sus aventuras y demás, no de ellas fregando y ellos echando la siesta. No me considero machista ni feminista (todos los extremos son malos), con lo que poco influyó en mí el mensaje subliminal (si es que lo hay). Usted también se los leyó y, por lo que veo, no es machista, no? Al final te quedas con las aventuras que viven (que no son pocas).
    Cierto es que estamos hablando de no pocos años atrás. No sé si tendría la misma sensación que usted si los releyera hoy en día.
    Mi problema (o no, depende de cómo se mire): no sufro insomnio (más bien soy un "ceporro redomao").
    Habrá que desempolvar los libros y ver si la sensación es la misma que la suya, o es que el insomnio hace estragos.
    Un abrazo caballero ;)

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  2. Joer, los 5, qué fuerte, en estos momentos estoy mirando un buen puñado de ejemplares que llevaré sin tocar más de un cuarto de siglo. Mira, me apetece darle caña y recuperar alguno. Saludos.

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  3. Tambien de niño me lei un monton de episodios de los cincos y de Belle et Sebastian. No recuerdo mucho, lo poco es que todo era muy pulcro y con mentalidad un poco antigua.Como una guia camuflada de buenos modales y abitos sanos.
    un abrazo

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  4. Qué recuerdos. Quién de nuestra generación no ha leído los libros de los cinco.

    Un abrazo!

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  5. Bruja Avería: Pero mira que eres mala y me tienes manía además, no viene ahora a tumbarle el post al jefe del cortijo...
    No si yo tampoco me acordaba de nada de esto, pero al leerlo el otro día te aseguro que me choco, prueba a leer alguno y veras como algo de eso hay, no digo que Blyton lo hiciese con mala intención, pero hay situaciones muy desfasadas a este respecto, y bastantes. También eran otros tiempos, esto ocurre tambien con letras de canciones o peliculas.
    Un beso, mala.


    Johnny: Oye que yo me lo leí entero y del tirón, y bien que me entretuvo, es una situación curiosa, ahora un seguno ya como que no.
    Un abrazo.


    TSI-NA-PAH: Yo de Belle et Sebastian no he leido nunca, que recuerde, de Los Hollister si. Efectivamente todo pulcro, y costumbrista tambien, esa guia que dices y además a la inglesa, casi nada.
    Un abrazo.


    Evánder: Pues si eres de principios de los 70 ya te digó que los libros de los cinco estaban en todas partes, si hasta había una serie de TV. Pero en aquella época ya molaban ya.
    Un abrazo.


    Gracias señores y "señora", por sus comentarios. Ya se acabó el lunes.

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  6. ¿Tener cuidado con los hijos? ¿Crearemos una legión de machistas? ¿Mas vale prevenir que curar? ¿librepensadores? Me parece que te has salido de madre. ¿no es mejor dejarles leer y decirles que a fin de cuentas es un puto libro?. Así está el panorama, que vas por la calle y ves a perfectos padres (y madres) paseando a sus robots rubios (y rubias) y con gorrita(porque ahora le echan cosas en el pelo para que sean rubios y luzcan bien con su gorrita de beisbol). Vamos, que los estamos convirtiendo en lelos. Prefiero que lean a los 5 avisándoles de que lo que van a leer es ficción, a que estén todo el santo día pegados a una puta video consola. Los tratamos como a peleles. Por esa misma regla de tres, no les deberíamos dejar ver la tele. ¿o acaso es edificante para un crío ver a mejides, karmeles, gran hermanos, o las cutre series españolas? ¿Es edificante para un niño ver los telediarios? ¿Ver ciertas películas que emiten en horario infantil? Así que yo pienso que sí, que más que opinión lo tuyo es una paja mental (lo digo por el título del post). Y ante todo una cosa: Ojo!!! yo no estoy de acuerdo con los valores que pregonan libros como los 5. Para nada. Pero cojones, dejemos que ellos elijan. Que son críos, pero no gilipollas (o gilipollos). Bueno algunos/as sí lo son (o los hacen). Saludos.

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  7. Bueno, me has alegrado el día con tan divertida entrada, Addison. A veces pienso cómo coño he salido de izquierdas habiéndome criado en Navarra, ido a colegio de curas y leído a Los Cinco. Aquí en casa no tenemos ejemplar alguno, pero en la biblioteca a la que semanalmente acudo con mi hijo he visto varios, ¿se los prohíbo?

    Saludos.

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  8. Freaky: Pues es verdad no me dí cuenta de mencionar la cerveza de jengibre, ¿que será eso?.
    TSI lo ha reflejado muy bien, un tratado de buenas costumbres, el machismo es y será, pero como otros ...ismos, es algo por desgracia inherente al ser humano.
    La verdad es que salió largo porque lo escribí del tirón, y además disfruté haciendolo, no deja de ser una coña destinada a la pura distracción. (aviso: me dan venadas de estas).
    Un abrazo Freaky.


    The Godfather: Te diré que estoy básicamente de acuerdo con todo lo que dices Godfather, y si, es una paja mental en toda regla. Simplemente releí de casualidad uno de estos libros y me llamó la atención este aspecto, y se me ocurrio hacer una entrada que como explico es en tono (pretendidamente) cómico, no es mi intención dar consejos a los padres de este país, (yo no lo soy), ni tampoco dar sermones, solo un ratillo de entretenimiento.
    Por lo demás, insisto, estoy de acuerdo contigo.
    Gracias por pasarte, saludos.


    Gonzalo: Hombre si te he alegrado el día, me alegro, misión cumplida. Ser de izquierdas o derechas, de esta u otra manera, creo que el que tiene personalidad se "hace" con el transcurrir de los años, forjando sus ideas y opiniones, para eso hay que ver la vida desde todos los puntos de vista posibles, no siempre desde el mismo. No le prohibas los libros de los cinco al chico hombre, pero que bueno que le lleves a la biblioteca, leer es grandioso, y no se hace mucho por estos lares.

    Un abrazo.

    Gracias a los tres por pasaros y opinar. Saludos.

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  9. No hay para tanto con la chapa. Leer es muy importante, pues además de ayudar a ampliar horizontes, ayuda en el proceso de aprendizaje. Además de estas historias de las que hablas, creo recordar otras en las que se asimilar comportamientos a la normalidad que de hecho no lo son, como algunos de Teo (no se si te suenan, Teo va a la escuela, etc..) que son para niños muy pequeños, incluso alguna aventuras de Tintin relatan actitudes que se podrian considerar como racistas, si llevamos su contenido a la máxima expresión. De todas formas y sin acudir a la lectura, con el simple hecho de pulsar un botón y ponerte a ver la televisión en el sofá, advertirás que hay montones de contenidos que dan por buenos comportamientos que no lo son. Incluso también la sociedad en la que vivimos empuja a dar como normales actuaciones que no lo son. Son tantas las cosas. Pero en lo que se refiere a los niños, somos los padres quienes, pese a los libros que lean, los programas que vean o los comportamientos que observen en los demas, debemos hacerles ver lo que está bien y lo que está mal.

    En fin, espero no haber entrado en un circulo de comentarios que provoquen tu aburrimiento y el de los demás.

    Saludos.

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  10. Aquí otro que se chupó buena parte de los libros de Los Cinco. Y lo que me gustaban....Pero no sé cual sería mi reacción de volver a leerlos.. Me ha hecho gracia poder ver tus comentarios sobre ellos..Saludos!!!!!!!

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  11. Ya se que tu post es en tono cómico Addison, y por supuesto no es mi intención "echarte la bronca" por ello, pero cada vez que sale ese tema pienso en las generaciones de niños que ciertos padres están echando a perder con tanta actitud politicamente correcta. Un ejemplo: hace un tiempo, un niño estaba en el parque y cogió una mierda de perro para llevársela a la boca. Pues bien, yo le dije al crío: "no, no cojas eso", y el padre vino totalmente alterado a decirme que no se me ocurriera hablarle así a su hijo. Le expliqué lo de la mierda, y me miró como miraría a Michael Jackson, escondió a su hijo tras él, y se marcharon a toda prisa. Así que la próxima vez dejaré que el niño se coma el pastel y ya está. No sé si me entiendes, es sólo un ejemplo. Lo dicho, tanta sobreprotección los están volviendo gilipollas. Saludos.

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  12. Aurelio: Por supuesto que si, leer es muy importante, además de lo que comentas que es cierto, es un entretenimiento magnífico, tan gratificante como cualquier otra arte, es un hábito (o un amor) genial. y si que encontramos ejemplos de modos de conducta negativos en todas partes, Tintin de siempre a sido polémico, y a Teo le conozco de oídas, no te digo nada la tele, y no solo Salvame, que hay series que son de traca, y hasta telediarios. Que dificil tiene que ser ser padres, menuda tarea.
    De aburrir nada, ha sido una aportación interesante Aurelio.
    Un abrazo.


    Manel: A mi me encantaban, si no leí toda la colección poco me habrá faltado, pero me chocó el asunto, sobretodo por la naturalidad con que se desarrolla el tema y lo normal que parece todo.
    Me alegro de que te haya resultado ameno el post.
    Saludos.


    Godfather: Como te comente ayer, estoy totalmente de acuerdo con lo que dices, el caso que relatas es muy gráfico, el tema de la educación de los hijos da para mucho, mucho. Se ven cosas alucinantes por ahi, padres que ademas de volverles gilipollas, se niegan a ver que sus hijos en un momento determinado actuan mal y cometen errores, defienden lo indefendible en el colegio...Es de traca el tema.
    Un saludo.

    Pues ha dado para bastante el post. Gracias a todos por vuestras aportaciones.

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  13. Mi querido Addison:
    Anoche me leí enterito todo lo arriba escrito, y tengo yo alguna cosa que decir al respecto.
    1. Respecto a la responsabilidad o no de unos padres que dejan a sus hijos adolescentes vagar por esas campiñas inglesas de dios a su libre albedrío, yo diría que, teniendo en cuenta de lo que son capaces los mochuelos, no tendría yo inconveniente alguno en dejarlos, más bien lo que se deberían de preocupar son quien osaren robarles los "emparedados". Que un padre no es irresponsable por lo que deja hacer a su hijo, sino por el peligro que pudiera conllevar el permiso.
    2. El hecho de que las chicas se pongan a cocinar y lavar los platos no debería interpretarse desde el punto de vista de la politicacorrección de estos tiempos: es posible que antes hubiera habido una asamblea perfectamente democrática en la que se hubiera decidido una repartición equitativa de tareas yque, por casualidad, les hubiera tocado a ellas marujear. Que todo es posible, claro.
    3. Claro, uno imagina a 4 adolescentes hiperhormonados durmiendo en una tienda de campaña en mitad de la campiña, y malpiensa. Pues mire usted, yo noy a bienpensar, puesto que, teniendo en cuenta lo pusilánime que nos salió el Dick y que a George siempre repetía que quería ser un chico, yo imagino a Julian abrazando tiernamente a Dick en la semioscuridad de la tienda de campaña mientras George persique a Anne a cámara lenta y en pijama por el prau con intenciones poco castas. Puestos a iamginar...
    4. Lo de la comida es lo que más normal me aprece: los adolescientes siemrpe han comido como limas, sin por ello engordar jamás ni tener ningún encontronazo con el coleterol. Es preivilegio de la junventud.
    5. Por último, ya les gustaría a muchos padres sorprenden un día a sus hijos leyendo el periódico, a los cinco o siquiera la etiqueta del suavizante en el baño, en vez de constatar constantemente que sólo leen lo que la blackberry les dice.
    Ahora que releo, creo que yo también debo pedir perdón por la extensión.
    Rubén Ben.

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  14. Ruben ben: Hola Ruben, bienvenido, no habia reparado en el post, no vayas a pensar que peco de maleducado. Me cuentas varias cosas, vamos por puntos.
    1. No digo que no tengas razón, especialmente en lo de los jodidos emparedados, con lo que jala esta gente, culquiera sale vivo del intento de apropiarse de ellos.
    2. Permíteme que dude de tu teoría, y me explico: A no ser que el perro tubiese ladrido y voto en la asamblea, y que por alguna mala arte los chicos consiguiesen el favor del can, siendo dos y dos a la hora de votar, no veo demasiadas posibilidades de romper un mas que seguro empate, por lo cual deduzco que fué la "costumbre" la que decidió el rol de cada cual, pienso.
    3. Esta hipótesis es posible que fuese la que tranquilizase a sus irresponsables progenitores, al disminuir considerablemente, de ser como imaginas, las posibilidades de embarazo no deseado. Puede que aqui lleves razón mira.
    4. Juventud divino tesoro...
    5. Tal y kmo skrben s xiks oy dia, cualquiera lee, no se entiende ni ostias.
    Mas que perdonado, bienvenido al blog Ruben, divertido y bacilón comentario, gracias.
    Un saludo.

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