Xoel Lopez - "Atlantico" (2012), extrañas asociaciones.


Los procesos asociativos de la mente son inexplicables para mi, nunca he sido demasiado adepto a los psicólogos y demás mecánicos del cerebro, no digo que no tenga la cosa su utilidad, y que mucha gente encuentre en sus artes remedio o cuando menos alivio a las lesiones del sentimiento, del cerebro o incluso del corazón que puedan aquejarles en este valle de lágrimas, yo he optado por métodos mas rudimentarios o caseros, muchos pensarán, y seguramente con razón, que así me va.
El caso es que me gustaría invocar a algún profesional en estas lides para que me explique cual es el motivo para que de unos días a esta parte me haya dado por asociar de forma irremediable el último disco de Sufjan Stevens, el maravilloso: "Carry & Lowell" con el primer disco grabado en 2012 por el coruñés Xoel Lopez tras la disolución de su anterior proyecto: Deluxe.
El tema es que llevo unos días en los que contra toda lógica, aquel "Atlantico", que es el disco de Xoel al que me refiero, no deja de sonar, y me lo vuelvo a pinchar una vez tras otra, y eso teniendo en cuenta que ya tubo una generosa ración de escuchas en su día, y que estoy bastante  saturado de discos que me tienen encandilado mas los que tengo pendientes, no parece tener demasiado sentido el asunto.
Encima no puedo negar, que la escucha tras varias semanas de silencio, del mencionado santuario sonoro y emotivo del señor Stevens, ha sido detonante de este acontecimiento al que me refiero a propósito del "Atlantico" de Xoel Lopez.
En definitiva, que estos discos han compartido protagonismo en mis últimos días, desbancando a algunos que acaparaban mis orejas últimamente, ciertamente no debo tener  motivo de queja, sea o no coherente la asociación que mi cerebro (o corazón no lo sé) ha establecido entre estos dos discos, pues ambos son ciertamente esquisitos.


Me referiré brevemente si me lo permitís, al trabajo autóctono de estas tierras, o mejor dicho, de las tierras gallegas en conexión directa con las que enfrentan sus bellezas costeras al otro lado del "Atlantico" a los contornos escarpados de las rías bajas y la costa da morte, es decir, Latinoamerica, donde Xoel se estableció durante un tiempo tras la ruptura de Deluxe y en cuyos sones encontró indiscutible inspiración para la grabación de uno de los mas hermosos discos que se han grabado últimamente en lengua de Cervantes.
El disco fue grabado entre Galicia y Buenos Aires, se nutre de doce temas íntimos, sencillos que no simples, y hermosos como ellos solos, compuestos por el coruñés y producido por él mismo junto a Juan de Dios Martín, el propio autor reconoció que el trabajo era en cierto modo involutivo, dado que se ve influenciado por diversos estilos de la música tradicional del centro y sur de América en lugar de buscar un modernismo mas continental de esencia pop o rock.
En cualquier caso es el folk el palo que predomina en el álbum, las guitarras acústicas, las  voces acariciadoras en coros de poso nórdico, y las letras personales, poéticas y líricas dan al conjunto un ambiente sedante, relajante y lleno de paz, todo embellecido aún mas con las mencionadas esencias provenientes del cono sur en forma de boleros o folclore argentino entre otras emotivas aportaciones.
El disco comienza con la hermosa: "Hombre de ninguna parte", percusionada por maracas y de bellos coros y sutil orquestación.
"La Gran montaña"me suena andina, folclórica, como si viejos trovadores tristes de Los Andes nos visitaran. "Por el viejo barrio (plegaria)" es romántica y nostálgica, como portuaria, realmente hermosa, además hace comprensible la existencia de un homenaje a Buenos Aires con la excelente: "Buenos Aires".



Pero antes escuchamos la dramática "Caballero", tensa, corrosiva pero genial, ataque a los falsos caballeros de inanimados corazones del pasado (espero), de mis favoritas.
Tras el folk-pop de "De piedras y arena mojada", llega la melodía suave y digerible de "La boca del volcán", genialmente cantada y con carracas dando el toque rítmico silvestre y auténtico.


El corte mas eléctrico y brioso del Lp es "Postales de Nueva York" y "Tierra", que fue tema bandera del disco es una balada nostálgica y maravillosa, plena  de sensibilidad y pureza, sublime. Como también lo es: "Joven poeta", deliciosa melodía y sugerente letra poblada de noches y sueños, sangre y poesía, un bolero irresistible y maravilloso.
Termina el disco con el corte de aire más elaborado del disco "El asaltante de estaciones", con connotaciones psicodélicas y temática sónica  propia de cantautor sureño, adem´as de ciertos momentos tropicales.



Extrañas asociaciones las que mi psiquis impone a mi ser, con todo respeto, con discos así me temo que seguiré prescindiendo de profesionales del cerebro.

Comentarios

  1. Los misterios de la mente, camarada. Tengo un gran cariño por Xoel. Le conocí hace ya casi veinte años, cuando estudiaba en Madrid en el mismo sitio donde lo hacía mi primo y trabajaba un amigo. Le recuerdo con su acústica, cantaba de puta madre, así, a pelo. El bajista de la Elephant Band (y futuro miembro de Meu) era el novio de mi prima. En fin, que todo quedaba en familia. Siempre me ha gustado lo que ha hecho, en especial "Fin de un viaje infinito", aunque le tengo algo olvidado hace unos años. Buena oportunidad de hacerlo este "Atlántico", del que ya conocía algunas canciones.

    Un abrazo, Addison.

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    1. Si es que la vida es uj pañuelo, a mi tambien me gusta mucho, pero me llama la atención como he vuelto a este disco, hacia tiempo que no lo recordaba, tal vez el último es el que más me esta costando, no me termina de gustar el sonido.
      Un abrazo amigo y gracias por la historia.

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