Jason Isbell - "Something More Than Free" (2015).


Con el nuevo disco de Jason Isbell podemos certificar algunas cosas con respecto a este talentoso y aún joven cantante, guitarrista y compositor natural de Alabama.
La primera es que continua en un estado de forma en lo que a la escritura de canciones se refiere realmente sobresaliente, la segunda es que sigue por buen camino el propósito de enmienda para cambiar su vida, un tanto a la deriva desde que abandonó Drive By Truckers y se divorció de la bajista Shona Tucker en 2007, cambio que se narraba y era el leit motive de su anterior disco, el excelente "Southeasterm" (2013).
Este esfuerzo por encauzar el camino iniciado hace un par de años, se torna en un aparente éxito al escuchar "Something More Than Free", un disco poblado de textos tranquilos en los que el autor se posiciona como observador, narrando lo que le rodea, acercándose a las clases trabajadoras y engalanando en sus hermosas canciones la  vida y costumbres de los pertenecientes a estos estratos sociales, incluyendo también a la familia y la casa, aquellos lugares donde anida la humanidad y la sal de la tierra.


En estos temas se percibe el definitivo distanciamiento de viejos usos perniciosos, la felicidad que ahora parece plena tras su matrimonio en 2013 con la cantautora Amanda Shires, queda de manifiesto en este quinto álbum.
En lo musical no hay demasiado que contar, su estilo sigue encajando en los parámetros del rock sureño, con ascendentes folk y country, cierto que  en los últimos trabajos se imponen los medios tiempos y las baladas de esencia acústica y sensaciones folk o country crepuscular sobre los ímpetus rockeros.
Repite en la producción, tras "Southeasterm", Dave Cobb, y vuelve a pulsar las teclas idóneas, repite formula y vuelve a funcionar, pues el secreto estriba en dejar que las canciones se descubran solas, libres, desnudas, dejando al aire su belleza intrínseca, que las letras digan lo que pretenden pertrechadas en un hermoso vehículo, la voz de Isbell, bonita, varonil y de elegante fraseo, apoyando a esto con algún fiddle de íntimo declamar y algunas delicadas guitarras eléctricas.
El resto es fácil, todo en este trabajo parece fácil, agradable y placentero, ahora solo resta dejar que las canciones lleguen, se desarrollen, crezcan día tras día y mucho me temo que después de este proceso, su destino sea perdurar, estar ahí para cuando las necesites, y seguir siendo fáciles, agradables y crecientes.
Podríamos hacer, como acostumbramos, una disección tema por tema, pero la verdad es que el tracklist se caracteriza por no conocer relleno ni corte menor, melodías, textos y construcciones sónicas reflejan una aplastante coherencia y una innegable regularidad, esto hace totalmente innecesario este trabajo, por ello no obligaré a ningún esfuerzo adicional a mis sufridores lectores y simplemente les diré que el disco es delicioso, hermoso y engancha, no hay secretos ni novedades, hay canciones sublimes, un cantante en estado de gracia y mucha sinceridad y desnudez en la gestación de otro trabajo magnífico de Jason Isbell, seguimos de enhorabuena en este 2015.



Comentarios

  1. Yo no puedo dejar ningun comentario sobre Jason Isbell...bueno perdon!! solo una cosita.... Necesito que a pesar de haber hecho un disco que quita el sentio...vuelvas a deleitarme con un disco de banda. Una vuelta a los 400 units, please...Abrazos

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    1. Yo tambien tengo ganas de un disco mas cañero, con banda y electricidades.
      Saludos.

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