Boz Scaggs - "Boz Scaggs", 1969.


Hoy toca clásico: artista y disco, ambos, y en esta ocasión con el mismo nombre. El primero es el cantante, compositor, empresario y guitarrista Boz Scaggs, y el segundo, su primer disco solo tras su marcha de la Steve Miller Band con la que grabó dos discos emblemáticos para esta formación en la recta final de los psicodélicos sesenta. El susodicho álbum recibió el nombre del mencionado músico.
Disco alumbrado bajo las luminarias del sello Atlantic Recording Corporation en 1969, con producción de Jann Wenner, Marlin Greene y el propio Scaggs en los estudios Muscle Shoals Sound Recorders en Alabama y con un personal en parte extraído de la Muscle Shoals Rhythm Section, entre los que destacaba la participación de Duanne "Skydog" Allman a la guitarra, labores compartidas con el propio artista firmante del álbum y los también guitarristas Eddie Hinton y Jimmy Johnson.
De la base rítmica se encargan David Hood y Roger Hawkins, bajo y batería respectivamente; mientras que los teclados (gloriosos durante todo el trabajo) corren por cuenta de Barry Beckett.

Además de Al Lester al fiddle, y una sección de viento marca de la casa que no puede sonar mejor ni más adecuada a lo pretendido por el autor de estas nueve maravillas sonoras.
"Boz Scaggs" es uno de esos discos que a mi me gustan clasificar de perfectos, pero perfectos en el buen sentido de la palabra, ya que esta cualidad no siempre es beneficiosa cuando de obras artísticas se trata, pues éstas acostumbran a precisar un toque humano, imperfecto en su alma para parecer obras artesanas y no científicas, como en ocasiones ocurre con el exceso de perfeccionismo, no es el caso. Este disco es perfecto en cuanto a ejecución, composición y adecuación sónica, gracias a una perfecta conjunción de labores creativas y profesionales, que está muy por encima de etiquetas y de rigores estilísticos.
Todo el recorrido sónico del trabajo es un auténtico deleite, desde el inicio con la activa y sublime "I'm Easy" imposible no disfrutar de su funky aderezado con soul de dorados reflejos.
La primera cara es una sucesión de temazos contundentes por unos motivos u otros, que discurre rápido, casi vertiginosa, un disfrute constante con la fabulosa voz de Scaggs, los sugerentes teclados de Barry Beckett, la idónea y nerviosa capacidad para hacer latir al oportuno ritmo que requiere cada corte del dueto rítmico ya mencionado, y las guitarras de ensueño, especialmente de Duanne Allman.
Bello, apacible y delicioso blues pop en "I'll Be Long Gone". Más racial y bluesera, sin perder de vista el soul y con perfectos quejidos guitarreros que se diluyen junto a las teclas y unos tenues coros femeninos, todo ello soportado por una melodía perfecta forman la sublime "Another Day (Another Letter)".
Una suerte de folk antiguo con aires swing y la sombra de los aires del Mississippi en la relajante y enraizada "Now You're  Gone" que cuenta con un fiddle y unas guitarras que marcan la diferencia.
Sedante, tenue, vaporosa e incluso beatlemana, "Finding Her" es un tema de pop que recuerda los protocolos del estilo de la invasión británica, pero pasado por un tamiz de americanidad limpia y genuina que hace de él una suerte de vals bañado por la brisa de la pradera, maravillosa y punto, teclados de ensueño y guitarra plañidera y susurrante...
Interior como las raíces de los árboles milenarios del Ohio natal del autor suena el último tema de esta impoluta primera cara: "Look What I Got".



La segunda cara empieza con la acústica limpia y de reminiscencias folk que desemboca en la cálida melodía del desenfadado y rural "Waiting for a Train", con armónicas y pianos vodevilescos, cuerdas y aire de saloon, un soleado y precioso tema firmado por Jimmy Rodgers.
Punto y aparte es la extensa 12:48", (y se hace corta): "Loan Me A Dime", blues de impresionante cobertura sónica, órganos gaseosos, guitarras de quebradiza hemorragia eléctrica, suaves y exquisitas, ritmo cadencioso y voz que parece arrancar de las entrañas de la tierra, absoluta obra maestra que referencia el álbum como un elegido para la eternidad, final en el que se unen a la fiesta vientos y la inolvidable guitarra de Duane que recibe el espaldarazo del piano y órgano de Beckett.
La encargada de cerrar el álbum es la no menos magistral "Sweet Release", sureña, crepuscular y atrapada en un ménage a trois con el folk, el rock y el soul, no podía acabar mejor un disco, no podía terminar mejor una obra maestra de descomunales dimensiones como la que traemos hoy a ZRS.
El verano puede y debe ser época de relajo mental y físico, el descanso y desecho de las tensiones acumuladas durante el año ayudándonos de todo lo fresco que nos ofrezca el mundo, pero hay obras maestras como este "Boz Scaggs" que reúnen también las condiciones indispensables para crear el deseado efecto en cuerpos y almas también en verano y vacaciones, tal es su grandeza.
Que todo el mundo siga disfrutando del verano.

Comentarios

  1. Convencido totalmente por tu brillante entrada y por algunas de las canciones que he escuchado. Además, a este tipo le tenía ganas ya para incorporarle a la colección. Apuntado en la lista.
    Saludos,
    JdG

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    1. Importante obra en general, pero este disco es tan impresionante que solo puedo recomendarte que no te lo pierdas, te aseguro que te atrapara.
      Saludos.

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  2. Un povco reconocido en este pais este genio de soul blanco

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    1. ¿Y quién esta debidamente reconocido en este país???. Por supuesto, este tipo es un genio en toda regla, no es este su único disco memorable, pero si el mejor en mi opinión.
      Saludos.

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  3. Oh la la, esto es un clásico en toda regla. ¡Pedazo de disco, si señor! Perfecto en todos los sentidos con un "Loan me a dime", con colaboración del añorado Duane Allman, que resalta por todo lo alto.

    Saludos!

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    1. Efectivamente Rockland, uno de esos discos que se deberian estudiar en la escuela como aprendizaje de las artes.
      Saludos.

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  4. Leyendo tu entrada ya apetece escucharlo pero hacerlo es una verdadera delicia.
    Me ha encantado!
    Besos Addison.

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    1. Además Jane es uno de esos discos que a la primera escucha ya te ha hecho su prisionero para toda la vida...Celebro que te haya gustado tanto.
      Besos.

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  5. Qué buenos tiempos aquellos cuando se hacía música. Qué grandes tipos aquellos que abrieron caminos. Qué melancolía.
    Y qué discazo, de los redondos de toda la vida: porque da vueltas y porque tiene todo lo que tiene que tener. Aunque crepita por la edad, al menos una vez al año, en invierno, cumplo el rito y lo pincho güisqui en mano y farias en boca

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    1. Todo tiene su edad de oro, aquellos sesenta lo fueron para el rock y demás, el disco amigo a mi me parece que vale para cualquier estación, yo cometí el pecado de dejar de escucharlo durante demasiado tiempo, asi que el recuperarlo ha supuesto un pelotazo que no veas, bien por el guisquito y el faria.
      Abrazo.

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  6. Tu respuesta (algo más arriba) a Jane, resume a la perfección el disco: "a la primera escucha ya te ha hecho su prisionero para toda la vida".
    Pero antes, en la reseña, habías diseccionado las entretelas con verdadera precisión.
    Y, antes (desde mi punto de vista), en la docena de 12, habías sintetizado su milagro, señalando la importancia de la sencillez (que algunos confunden con la simpleza).

    En fin, un disco monumental que he descubierto ahora, justo en el momento oportuno.

    Gracias a ti, Addi.

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