Ray Davies - "Working Man's Cafe", 2007.


Como todos los que de vez en cuando me honráis con vuestras visitas sabéis, el pasado sábado día 21 de junio fue el cumpleaños de Ray Davies, setenta le caían a la criatura. No voy a cometer la torpeza de incluir en estos párrafos datos bibliográficos, ni tan siquiera musicales o artísticos, de tan insigne personaje, cantante, músico y compositor que al común conocimiento de todos llego a lomos de ese corcel hermoso y elegante llamado The Kinks y que a muchos que yo me sé exita tanto como cualquier otra marca musical de mayor poderío mediático y mas unánime presencia popular a pie de calle.


El caso es que repasando la efemérides para desde estas mismas páginas hacerle un corto y humilde, pero sincero y sentido homenaje, me di cuenta de lo poco que había reparado en su figura en estos casi dos años y medio de andadura blogera que llevo recorridos.
Es evidente que había que remediar el desaguisado, pues Ray Davies es una de las figuras que hoy por hoy mas admiración despierta en el que suscribe, desde luego tardó en llegar a mi casa su famosa formación pero cuando lo hizo fue de modo demoledor, entró en mi discografía arrasando cual apisonadora, no dejando célula sensitiva sin tocar ni nervio sin retorcer en mi pobre organismo que ya nunca mas fue el mismo tras la escucha de las andanzas del querido Arthur.
Es, en cambio de lamentar lo poco que se ha prodigado fuera del grupo que le encumbró, pocos discos con su firma única nos ha regalado en sus casi 50 años de carrera, pero yo hoy quiero hablar de uno de ellos, del que facturo en 2007 y que llevo por título "Working Man's Cafe".



Tal vez lo primero que debería llamar la atención, cosa que no ocurre al conocer un poco la biografía del amigo Ray, es la capacidad para permanecer impermeable a la lluvia de años que a todos nos moja la osamenta, al menos la humedad queda claro que no debilita la fiereza de sus textos, fiereza elegante, sofisticada e irónica, casi diría satírica que en este trabajo, tras cuarenta y pico años de patear la resbaladiza pista de patinaje que es el mundillo musical y rockero, continua como el primer día, afilada espada presta a inmiscuir su punta observadora en las entrañas del día a día y retorcer estas hasta sacar algo en claro, algo que no acostumbra a ser limpio o amable pero si real y objetivo, siempre desde una mirada, la del londinense, caracterizada por el ver sin ser visto, el mirar cuando nadie le ve, aunque estar esta, a la vista de todos, que es la mejor manera de pasar desapercibido.
Y lo cuenta, como lo ha contado siempre, con versos que profundizan en la cata abierta en la moral colectiva de estos tiempos, los de los sesenta y los del siglo XXI, que tampoco han cambiado tanto, dotando a sus canciones de historias, cuentos muchas veces, que giran en torno a personajes que viven en sus observaciones callejeras, a situaciones que imagina soñadas por muchos, desechadas por casi todos, sigue observando con la misma lascivia en la mirada y la misma frescura crítica en su encendida inteligencia con que observaba cuando sus cumpleaños tenían el dos o el tres en la primera cifra de su documento de identidad.
El resto es rock, pop, blues, todo mezclado con sobriedad y mimo en la melodía, con esa lírica que solo poseen los elegidos, esa argamasa de caracteres que los genios aglutinan y convierten en arte de forma natural, y es que en la sangre de Davies circula la amabilidad de los grandes compositores pop como Macca o Nash, en su alma la rebeldía teñida de gamberrismo de los Stones, en su corazón la brabura socarrona y contestataria de los Who...todo ello junto que no revuelto es Ray Davies.
Si esto los extiendes y distribuyes en 13 canciones que cuentan con la infinita capacidad melódica del maestro, su capacidad de análisis crítico y ácido y es cantado en esa voz de ciudadano medio, el resultado solo puede ser un trabajo como este "Working Man's Cafe", una Puta Obra Maestra, (En mi opinión sincera).
Desde la guitarra amenazante con que empieza la rítmica y sencilla melodía de "Vietnam Cowboys" pasando por la acidez pop de "You're Asking Me", composicion marca de la casa, deliciosa y fluida como tambien lo son la soberana "Working Man's Cafe", deliciosa y matadora en sus cadencias vocales y pellizcos melódicos, una delicia.
Sencilla y dura "Morphine Song", con aire Jaggeriano en el cantar y final de antología funkysoulera a golpe de viento y coro. Guitarrera y con aires funkys en los estribillos, vientos y solo guitarrero es un bailable corte "In a Moment". Pop que mira al pasado la excelente "Peace in Our Time", ritmo, teclas que evocan a Kinks y canto ligero e intencionado en otro muy buen tema: "No One Listen".





Letra típica de su produccion es la maravillosa "Imaginary Man", tan bella que no parece real, ver sin ser visto y contarlo, un tema de ensueño, y la bohemia se hace del ambiente en la preciosa y popera "On More Time".
Mucho mas peligrosa y pantanosa, la excelente y sugerente "The Voodoo Walk" que da paso a los ritmos vivos y de sesentero acento de "Hymn for A New Age".
Otra bonita balada de acusticas y pianos en "The Real World" y final con otra de las joyas del disco, una maravilla de milagroso discurrir melódico y canto fresco, joven y lozano, filo y sierra en los asperos contornos de la letra, una maravilla de principio a fin titulada "Angola (Wrong Side Of The Law)".







Disco de este setenton que no desmerece en absoluto a nada de lo que a su producción Kinkera se refiere y que es una delicia volver a escuchar para así honrar a uno de los mas grandes, Ray Davies, con rumores en torno a un retorno de la banda que podría ser acontecimiento mayúsculo para servidor y otros muchos.

Comentarios

  1. A mi pasa como te ha pasado que a la hora de tocar a grandes artistas es compolicado escoger algo sobre ellos que no sea tan manido y reiterado de ahí que parezcan que uno no los tiene en mente. me alegra pues las revisiones objetivas de discos y cosas tan sepultadsa como este disco de ray , el mejor de sus discos en solitario que por cierto salvo este son bastante irregulares

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    1. Cierto, son artistas tan presentes en tu mente que olvidas mencionarlos de obvio que es su talento y general su admiración.
      Es verdad que otros discos suyos solo, se quedan lejos de este.
      Saludos.

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  2. Nunca me he acercado a las obras en solitario de Ray aunque sí recuerdo leer reseñas muy positivas sobre éste. En mi caso los Kinks también llegaron tarde, o yo llegué tarde a ellos, pero cuando "colisionamos"... vamos, como dices: una apisonadora.

    Un abrazo.

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    1. Pues este es un disco genial Coop, como dice Bernardo otros discos suyos sin ser malos no son redondos y resultan un tanto irregulares, pero este me parece maravilloso.
      Abrazo.

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  3. No conozco mucho el trabajo en solitario de Daives, así que me fiaré de tu opinión, como no podía ser de otra manera.
    Gran post, amigo. Un abrazo!

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    1. Seguro que este disco te gusta Evánder, además te dire que alguno de los temas se emparejan mucho con alguna cancion del último de Fakeband, escucha el final de ese "Morphine Song"
      Un abrazo.

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