Kenny Roggers - "The Gambler", 1978.


Cualquier día de 1983 y a eso de las cinco de la tarde el agudo y desagradable sonido de la sirena provocaba el estrépito en las aulas y pasillos de aquella escuela pública de mi adolescencia...
Carreras, risas y vida desparramando su luminosa emoción, transformada en luz y que se lanzaba al mundo por los ojos limpios y vírgenes aún de fealdades de quien suscribe y todos sus esbirros, que palpitantes los corazones se lanzaban, precipitados a vivir como si apenas les quedase tiempo para ello a sus envidiables 13 o 14 años.
El destino era todos los días el mismo...los billares de al lado del colegio, allí nos esperaba un futbolín, un cigarro a 6 pts. y una Jukebox, y en la Jukebox, a un duro de distancia, el tema de un tal Kenny Rogers, curioso vejete con barba blanca que nos sonreía desde la portada de un single titulado "The Gambler" que vivía allí, atrapado tras el cristal de la máquina de música.
Los que acostumbren a visitar mi blog Rock and More By Addison de Witt ya conocen la historia...El caso es que este "The Gambler", era uno de los temas estrella de aquella antigua Jukebox, era un tema que me encantaba, me sigue fascinando claro, si recuperase los duros que me gaste en él, pagaba la hipoteca, el caso es que sin yo saberlo entonces aquel tema, fue mi primer acercamiento al Country, género que hoy, demasiados años después venero.


Y el caso es que pasaron, años, muchos, viviendo ajeno al Country, hasta que en un momento dado un tal Gram Parsons me hizo cambiar el chip, con la incalculable ayuda de otro tal Neil Young y un disco de este "Harvest".
Pasó el country a ser un genero de los que visitaban, y para quedarse, el plato y las pletinas de mi equipo, y las baldas destinadas a la música tenían que esforzarse en soportar cada vez mas peso por culpa en parte a los discos de country que se quedaban a vivir en su interior.
Por eso era cuestión de tiempo que este vinilo cayese en mis manos antes o después, por supuesto ya lo tenía, en cassette mas exactamente, y aún la conservo, pero el vinilo...eso es otra historia.


Y mas aún tratándose de un vinilo con una portada tan preciosa, con ese Roggers vestido de croupier, a los mandos de una mesa de juego, con su verde prado plantado de naipes y fichas de juego, rodeado de damas de dudosa moralidad ataviadas con vaporosos vestidos traídos de Paris y pagados por sus protectores, arruinados tras pasar por las camas de estas y por la mesa de Kenny.


¿Existe un estribillo mas líricamente romántico que el de "She Believes in Me"?, con esa delicada y pomposa base orquestal tan emocionante como excesiva, pero imprescindible para que el tema tenga lo que tiene que tener, un palpito lírico y emocional sin igual, creo que de adolescente lo debí escuchar diezmil millones de veces mientras mis ojos cerrados miraban a los ojos de mi chica de entonces, esa que se va, pero que también se queda un poco para siempre...



El disco, que fue un pelotazo de mucho cuidado en medio mundo, pero especialmente en el país del Tio Sam, esta relleno de temas que tienen como virtud principal la perfecta, impoluta diría yo, construcción melódica, geometría plástica de corcheas que dan lugar a temas de una belleza incontestable, ¿que muchos de ellos carecen del palpito incisivo y canalla que a veces precisa el country?...Pues si, ¿Y que?, el country esta en la voz de este gigante del genero, él hace country solo con abrir la boca, aunque cante un tema que nace con genes mas pop que de otra cosa...¿ejemplos?...

"Little More Like Me"...


"Tennessee Bottle"...



Temas que se adelantaban sónicamente e incluso estilísticamente a los ochenta, a pesar de ser grabado el disco en 1978, bajo la elegante y estilizada producción de Larry Butler, que vistió de éxito a una colección de temas que se nos encaran desde su hogar de vinilo presentando sus credenciales de singles en potencia, dispuestos a encabezar la lista de cualquier Radio Formula que se precie.

La cara B, mas orquestal y mimosa, menos country y mas bucólica, lírica y apasionada se completa con la digestiva y fluida "Sleep Tight, Good Bye Man", la romántica balada "San Francisco Mabel Joy", sostenida por un piano de preciosista discurso y la preciosa voz de Rogers, que incluye una mandolína que se mezcla con un excesivo muro de sonido a base de violines, pero que en conjunto es emocionante y hermosa.
Y cierra la cara y el disco el único corte compuesto por Kenny Rogers, "Morgana Jones", tema bailable y de nervioso latido, que no hace competencia a otros temas de tan tremenda opulencia melódica.
La cara A cuenta además de con el impagable y magistral tema homónimo, con una suerte de temas de mayor fibra country y color sureño, destacan todos ellos por la virtud ya comentada de la perfección melódica.
Imprescindible es, cuando se camina entre las mesas de este casino sonoro, emocionarse y ensoñarse un rato entre apuesta y sorbo de whisky con la maravillosa melodía de "I Wish That I Could Hurt That Way Again", autentico milagro de aterciopelada sensibilidad melódica, en la que el Sr. Rogers da una lección magistral de entonación e internacionalidad dramática cantando como un auténtico Dios, un tema absolutamente maestro que sigue haciéndome estremecer después de 30 saboreandolo.


Completan el disco la no menos hermosa que la anterior, aunque mas terrenal gracias a unas acústicas que maquillan al corte con un colorete folk irresistible y que lleva por título "King of Oak Street".
La rockera y festiva, "Makin' Music For Money", dotada de una fuerza casi impertinente en un disco de tan sedosa sensibilidad, pero que es un fantástico y festivo country-rock capaz de hacer bailar al mas tímido, con ese piano Hony-Tonk...¡Genial!!!, ¡Escuchemosla!!!



Y finaliza el disco con la única que en mi opinión es prescindible, la funky y empalagosa, pretendidamente ácida pero inadecuada al estilo y voz de Kenny Roggers "Hoodooin' of Miss Fannie Deberrie", que entiendo que no aporta nada al album.
Disco bellísimo, de un country sospechoso de pasar demasiado por otros barrios que no tienen demasiado que ver con los sombreros de cowboy y las botas de montar, pero que la voz y el corazón del gran Kenny Roggers hace la magia de convertirlo en el género del desierto por excelencia y al mismo tiempo emocionarnos con unas tonadas de infinita belleza, hermosos disco que sigue emocionandome como el primer día y que además excita a mi memoria, haciéndola viajar a la escuela que me vio, de adolescente, despertando al mundo de los adultos y al del rock. Como pasa el tiempo...
Hasta la semana que viene.

Esta entrada la podéis ver en La Comunidad del FF#FFVinilo, blog que os recomiendo sin ningun tipo de duda porque es fantástico, pinchando en el enlace estaréis dentro y veréis lo que es bueno, (lo que escriben mis compañeros basicamente).

Comentarios

  1. Que grn homenaje a un disco fantastico. Yo siempre he sido muy fan de Kenny Rogers, aunque mas de los recopilatorios que los discos oficiales. Has escuchado el nuevo ?? gran disco tambien !!!

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    1. Yo amo la voz de Rogers, es preciosa y su canto es la quintaesencia del genero, pero prefiero a otros as canallas, pero este disco es otra cosa amigo Rafa.
      Saludos y gracias por la visita.

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    2. No he escuchado el nuevo, pero atiendo tu recomendacion en cuanto pueda, palabra. Gracias.

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  2. Quien no ha escuchado "The gambler", temazo. Hace ya tiempo desfiló por mi blog, como no es de extrañar.

    Qué gran homenaje,, amigo. Estás que te sales últimamente con los posts que te marcas. Felicidades.
    Un abrazo!

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    1. Menudo tema e amigo Evánder...Ultimamente debo estar o inspirado o en plan currante jajaja, tu como amigo, ves mas de lo que hay jajaja
      Un abrazo!

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